Siento que soy de allá, no de aquí
Juan Carlos Negretti
 

En Venezuela tenía sobrinos que no conocía, hijos de mis hermanas y constantemente tenía que andar preguntando cómo se llama uno y otro, y me decían ah, es fulanito. Cuando he estado en Venezuela mi hermana se cambiaba de casa y entonces me quedé con mi madre, que tiene una gran casa, nosotros nos quedamos en el primer piso y mi hermana en la planta baja. Y mi hermano peque?o se quedó también con mi madre. Tengo también una sobrina a la que no conozco, que acaba de nacer. Conocía a tres de mis sobrinos, pero eran peque?os cuando me fui. Cuando volví allá, habían crecido y habían cambiado mucho en diez a?os, así que casi ni reconocí a los hijos de mis hermanas. Pero había otros tres a los que no conocía.

He vivido en casas todo el tiempo. He vivido en muchos sitios, no puedo hablar sobre un barrio en particular. También a las afueras, pero he estado en todas partes. He estudiado en cinco escuelas diferentes, me cambiaba constantemente, todo un vaivén, un estilo de vida al que me acostumbré. Mi madre cambiaba de trabajo. No puedo hablar de las diferencias en comparación con la escuela de aquí porque no la conozco. Sólo sé que aquí se estudian mejor las matemáticas. En Venezuela, no tanto.

 Yo no conocía a mi padre, posteriormente, cuando ya era mayor, a los 17 a?os, mi madre me dijo: tú tienes otro padre, pero tu padre se fue de Venezuela y le perdí la pista.

Más tarde, sin embargo, ella lo encontró, vio su nombre, daba una conferencia sobre un tema que a ella le interesaba. Y entonces ella se fue a la conferencia, vio que era él, habían pasado 21 a?os desde que no se habían vuelto a ver. Era una conferencia sobre temas culturales, educativos. Mi padre se había hecho sociólogo tras irse de Venezuela, en todo ese tiempo. En el momento en el que me concibió era de la federación de estudiantes del liceo donde estudio, al final de los a?os 60. Mi padre era y sigue siendo de izquierdas. La federación de estudiantes  no era precisamente querida por la Seguridad de Venezuela: eran considerados hombres peligrosos y se vio obligado a irse del país. Había democracia, no dictadura, pero sin duda hubiera tenido problemas de no haberse ido. Aquí en Rumania la gente le tiene manía al comunismo, que de hecho ni siquiera fue comunismo sino una dictadura de estado. Es otra cosa. Ser de izquierdas significa algo completamente diferente.

Como iba diciendo... Mi madre vio su nombre en el periódico y se fue a la conferencia. Cuando esta acabó, se le acercó y le dijo quién era. Normal que él no se acordara de ella. Y le dijo: ?tenemos un hijo! Eran jóvenes cuando me concibieron, mi madre era también estudiante y mi padre se fue sin saber que mi madre se había quedado embarazada. Bueno... mi abuelo se irritó con mi madre por haberse quedado embarazada a los 21 a?os.

Se fue no porque lo obligaran a irse, sino porque estaba en el punto de mira y temía que le ocurriera algo. No huyó, prefirió irse también un poco por la aventura. Se fue a Francia, donde estudió sociología. En los a?os 70 no había los problemas que hay ahora. Por ejemplo los venezolanos no necesitábamos visa para entrar a Francia. Después, se instaló en Burdeos. Ha tenido una vida más complicada. Me ha contado cosas, pero no conozco muchos detalles sobre todo lo que ha hecho. Ha tenido una vida muy bohemia. Estudió también pintura, aunque no llegó a consagrarse como artista, pero también se dedicó a eso. Volvió a Venezuela después de 20 a?os porque creía que podía ser útil gracias a todo lo que había acumulado. No era un sociólogo muy conocido, pero tenía un puesto bueno, seguro y con mucho trabajo.

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