Siento que soy de allá, no de aquí
Juan Carlos Negretti
 

En Rumania se hacían jam-sessions en un bar de la calle Şerban Vodă. Un bar que se llama Propaganda. Venían saxofonistas y tocaban allí, era muy divertido. Toqué después con Baba Novac, antes de que el grupo se disolviera. He colaborado con diferente gente. Ahora trabajo en la Embajada de Venezuela. He tocado también cosas comerciales, porquerías, no maneles, que no me gustan. Te doy un ejemplo: tú, a través de la música, transmites no sólo sentimientos, sino también un estado cultural, mucho más de lo que tocas. Una persona que escucha rock tiene una cierta visión del mundo. En fin, un banquero puede no tener nada en común con alguien que escucha rock, con un joven melenudo. O sea que tú transmites a través de la música también lo que te angustia. Yo no me reconozco en los maneles, en su hostilidad, en primer lugar porque no tengo enemigos y, después, por esa batería tan simple, que cualquiera puede tocar. Yo necesito otra cosa. Lo que se toca bajo el nombre de música latina, este es un término que ni siquiera existe, yo la llamo música bailable. Es una mezcla.

Me di cuenta de que me había acostumbrado a Rumania en el momento en que mi novia se fue a México. Era mitad rumana mitad mexicana y cuando se fue, al cabo de dos a?os y medio de relación, casi tres, me di cuenta de que más o menos me había integrado: ya no había una persona con la que hablar cada día en espa?ol y no me quedaba más que hablar rumano. ?Y era capaz de hacerlo! Entonces me di cuenta de que aquello marcaría un antes y un después.

 Un motivo por el que me he quedado en Rumania es mi novia actual, que es rumana. Y otro, es el hecho de haberme adaptado a Rumania, de tener muchos amigos, y es que es muy difícil borrar estos diez a?os. No los he vivido por vivir: vengo y me voy, y punto. Es un poco difícil porque se trata de un periodo muy importante de mi vida que me ha gustado, a pesar de los defectos que ha tenido. Necesitaría tres días para se?alar los aspectos positivos de la facultad. Es normal que lo primero en lo que pienso son las relaciones personales, en primer lugar con mis compa?eros y después con los profesores: hasta el día de hoy he mantenido mi amistad con ellos.

Creo que cualquier extranjero tiene un sentimiento de distanciamiento, quizá porque no se implica al ciento por ciento allí donde vive: siempre existe este componente en el hecho de ser un extranjero. Mi padre ya me lo había advertido: ya verás como el primer a?o te resultará muy difícil, el ha vivido mucho tiempo en el extranjero y me dijo lo que esto significa. Cuando estuve en Venezuela, de alguna manera me sentí extranjero. En mi casa incluso me siento el acento. No entendía ciertas cosas, me distanciaba de algunas cosas, quiero decir que todo el tiempo veía las cosas como espectador, tal y como me pasa aquí en Rumania. Estas son las consecuencias que tienes que soportar si vives durante mucho tiempo fuera. Está claro que eres de un sitio, pero te sientes extranjero también allí. Yo tenía muchas ganas de salir del país y he crecido mucho desde el punto de vista espiritual.

A partir del cambio de la Constitución en 1999, en Venezuela las cosas están cambiando para bien: es un país en el que pasan muchas cosas, se encuentra en un estado de efervescencia desde el punto de vista social y político y será más tarde cuando recojamos el fruto de todo esto, pero ahora es un momento de cambio en el que se ha roto con el antiguo sistema político y social anterior al 99. Cuando yo me fui había, por ejemplo, dos partidos políticos que siguieron dirigiendo el país hasta 1999, alternándose en el poder, mientras que ahora ya no es así, ahora hay otro partido en el poder. Estos dos partidos, que tradicionalmente ganaban las elecciones ahora han perdido fuerza. Cuando permaneces tanto tiempo en el poder y cuentas con tantos privilegios, acabas pasando de lo que sucede en tu país y, un buen día, te das cuenta de que no estás en el poder. De repente se vieron sin nada: sin alcaldes, sin gobernadores, sin presidente. Es muy positivo que esto ocurra y pronto tendrá lugar un referéndum que, personalmente, creo que ganará el actual presidente. Bueno, de hecho no lo  creo: estoy seguro ciento por ciento.

Ahora me doy cuenta de mis propias diferencias y siento que soy de allá, no de aquí. Me doy cuenta de que existen cuestiones relacionadas con la cultura y a veces trato de explicárselo a los rumanos, que no las entienden porque no las han vivido. Yo, sin identidad, me habría perdido, si por identidad entendemos sentirte vinculado al lugar en el que has crecido y has vivido; aunque hayas nacido en Australia y después hayas vivido en Hong-Kong para ti es más importante Hong-Kong que Australia porque es allí donde has vivido.

 <<  2  3  4  5  6  7  8  >>
 
 
 

 
Martor nr 1/1996
Martor nr 2/1997
Martor nr 3/1998
Martor nr 4/1999
Martor nr 5/2000
Martor nr 6/2001
Martor nr 7/2002
Martor nr 8-9/2003-2004
Martor nr 10/2005
Martor nr 11/2006
Martor nr 12/2007
 

© 2003 Aspera Pro Edu Foundation. Toate drepturile rezervate. Termeni de confidentialitate. Conditii de utilizare